Rescatamos dos videoclips de Luis Cerveró para Nacho Vegas inéditos para el proyecto De Benidorm a Benicàssim de Luis Troquel. Literalmente: lo nunca visto.
Status Update
Autor: Katsu
País de Origen: Estados Unidos
Año: 2015
Dimensiones: 66 cm x 100 cm
Impresión: Industrial Print On 100lbs Gloss Book Paper With Aqueous Coating
Editor: 1xRun
Como alguien que creció y se formó en los noventa, tengo una relación de amor-odio con el street art. Lo viví en su momento como una eclosión espontánea de artistas que daban la espalda a las instituciones y el mercado y se lanzaban a la calle para expresarse libremente, la mayoría de veces generando un rechazo muy sano en la sociedad. Mi impresión fue cambiando al ver cómo la mayoría de aquellos héroes que se escondían tras apodos molones se iban vendiendo uno a uno al sistema y saltaban con sumo placer a un mundo del arte que les recibía con los brazos abiertos.
Katsu. Autorretrato, 2011
Es por eso que, cuando Katsu roció con su famoso “fire extinguisher” de Los Ángeles coincidiendo con la controvertida retrospectiva Art in the Streets, no pude evitar sentir cierta satisfacción por cómo había dejado en evidencia a las vacas sagradas que exponían en el interior del edificio y no en las calles, como hubiese sido coherente con el nombre de la exposición.
Tag gigante de Katsu junto al High Line de Nueva York visto en Google Earth
Desde entonces, la popularidad de Katsu no ha dejado de crecer. Mediante acciones muy ligadas a la tecnología y conscientemente destinadas a la viralidad online (desde tonterías como su falsa de Muchacha ante el espejo de Picasso o su en World of Minecraft a acciones mucho más inteligentes como o su en mobiliario urbano mezclando celebrities, logos y su firma) Katsu ha demostrado que, tal vez no se venda al sistema, pero está obsesionado con la fama.
The Powers of Katsu
Directed by Nick Poe & Alex Kalman of Red Bucket Films.
With Troy Lumpkin and The Chunnel
Katxu X Kurt Cobain X Nike, 2011. Poster para Phone Booth
Su acción más reciente, autodefinida como “el primer gesto de vandalización pública mediante el uso de drones”, me generó sentimientos encontrados; porque el acto y el resultado resultan de una extraña y particular belleza, pero el objetivo alcanzado no podía ser más idiota y estaba claramente elegido para aumentar su popularidad. Al vandalizar el gigantesco rostro de Kendall Jenner en una valla publicitaria de Calvin Klein, Katsu estaba a la vez atacando al establishment y entrando de lleno en él.
Sin embargo, cuando descubrí la edición de pósters con la cara magullada de Mark Zuckerberg, no pude sino pensar que este era un movimiento diametralmente opuesto al de Shepard Fairey cuando accedió a poner su estilo (y su legión de seguidores) . El cartel de Katsu, brutalmente explícito a la vez que increíblemente infantil (no deja de ser una intervención con rotulador y spray sobre una foto ampliada), entronca a mi juicio con la tradición de ridiculizar al poderoso que se extiende más allá del nacimiento de la fotografía. En la tradición propia de los pósters (un lenguaje, para mi tristeza, de total capa caída), gozó de una excelente salud desde los orígenes del medio (con ejemplos célebres como los carteles de Heartfield y Hausmann contra Hitler) hasta el cenit del “póster de dormitorio” como los varios fotomontajes de Alfred Gescheidt que ridiculizaban a la familia Reagan.
Intervención con drone sobre el rostro de Kendall Jenner
John Heartfield. Und sie bewegt sich doch!, 1943
Alfred Gescheidt. Ronbo, 1985
Más allá de la perseverancia de Katsu para atacar al fundador y CEO de Facebook (al que ha llegado a pintar sobre un lienzo usando sus propios excrementos, como parte de su serie Shitheads, que también incluyen por ahora a y a su ) y de la motivación activista que pueda esconder, este es a mi juicio uno de los trabajos más icónicos de nuestro tiempo: una mezcla de comentario social y fascinación mitómana que entronca con los orígenes de Warhol, que pintó su primer retrato (Liz Taylor ) convencido de que la estrella iba a morir de neumonía. La obsesión de Katsu por el dinero, el poder y la fama tiene mucho de warholiano, como se ha podido ver en trabajos suyos en los que emplea o en sus recientes retratos de Marilyn.
Katsu. Marilyn 5, 2014. Esmalte sobre lienzo. 121.9 × 91.4 cm