Glòria Bonet se postra ante la fidelidad al protocolo de la reina de Inglaterra. La etiqueta por encima de todo. Ni Brexit ni carantoñas.
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por Glòria Bonet
Red.
Eva Green, la diosa. Gracias a Bertolucci llevamos más de diez años con ella. Su encarnación de la Venus de Milo es una imagen turbadora, un microespectáculo erótico, celebración de la belleza y homenaje a todos y cada uno de los episodios trascendentes de la historia del arte, de los clásicos a los surrealistas. La elegancia y el misterio de esta Venus ha cautivado a muchos artistas (Magritte, …), quienes le dedicaron su particular clin d’oeil. La mujer sin brazos, todo busto, puro fetiche, indefensa ante las fantasías de su oponente, sometida, “I can’t stop you, I have no arms” dirá Green en el plano siguiente mientras suena The Doors. Ding dong, Freud llama a la puerta.
La Venus de Milo y Eva Green, 2000 años de distancia . ¿De verdad alguien cree que las vanguardias, la abstracción o el arte conceptual consiguieron aniquilar el concepto de belleza? Hey, si hay alguna feminista en la sala que empieza a ponerse nerviosa, keep calm. La venus significa el triunfo de la mujer sobre la arrogancia del hombre inseminador.
¿Cómo? Muy fácil: las primeras manifestaciones humanas consideradas artísticas son diminutas venus, como la de Willendorf, versión rellenita de la de Milo. Pero antes , el sapiens ya pintó obsesivamente series interminables de vulvas y penes en las paredes de su cueva. Ganan las vulvas por goleada, aunque en un libro de ESO queda mejor el bisonte. Pero incluso antes de las pinturas rupestres, antes del homo sapiens, la mujer de Neanderthal ya practicaba un ejercicio plástico con alto poder social y comunicativo: pintar su cuerpo con ocre rojo cuando una compañera de tribu tenía la regla. Con este gesto las mujeres, coaliadas, confundían al macho alfa, que dejaba de saber cuál de ellas era la fértil, ¿todas? Así podían entrar en juego el resto de machos del grupo. Con esta treta consigue la mujer hace 30.000 años cautivar al hombre beta para que se quede con ella a cuidar las crías y chafarle el plan al alfa. Moraleja: la historia del arte la inaugura una mujer pintada de rojo, poniendo patas arriba el sistema darwiniano del imperio animal dominado por el macho alfa. Y mamá mamá, sin manos, como las venus.