Hay que inspirarse en Rick Rubin o Nile Rodgers. Y no solo para hacer música. Para ser hit makers en cualquier disciplina. Esa es la teoría de Fernando Barbella.
FIVE
Por Fernando Barbella
(Nota del autor: esto no tiene nada que ver con la cadena de hamburguesas disponible en USA, UK y Canadá… o quizá sí)
Hace unos días, haciendo memoria (y haciendo cuentas, siguiendo cierta tendencia TOC que tengo) me puse a hacer una lista de los clientes con los que trabajé hasta ahora durante todos estos años. Y cuando digo clientes no pienso en empresas o marcas, sino que me refiero a las personas detrás de sus diferentes cargos: Brand Manager, Marketing Manager, Chief Marketing Officer, y demás.
Por otra parte, si uno trabaja del lado de las agencias, es muy común escuchar quejas o críticas acerca del comportamiento de los clientes o de la incompatibilidad con las culturas y procedimientos de las empresas que contratan los servicios de las agencias… Pero también es cierto que de vez en cuando uno se encuentra con alguien que trabaja en el otro lado con quien, de repente, hay entendimiento y confianza a nivel profesional y buena onda a nivel personal. Y de eso se trata este artículo.
Lo que pasó, es que luego de ver esa lista con unos treinta y tres nombres que hice, me di cuenta que podía contar con los dedos de una mano los clientes con los cuales realmente siento que hemos logrado conectar y como resultado de esa conexión, producir la clase de campañas o proyectos que hacen sentir orgullo al equipo implicado. Y cuando digo los dedos de una mano, lo quiero decir literalmente: cinco personas entran en esa categoría, al menos para mí.
Por lo tanto, me pareció interesante intentar describir las cosas que tuvieron en común estas cinco personas, para así ayudarte a identificar a uno de tus Five Guys cuando lo tengas delante, y no pierdas las muchas posibilidades que ello implica.
No voy a nombrar a estos Five Guys, pero aquellos que hayan trabajado junto a mí en alguna de mis diferentes etapas profesionales probablemente intuirán de quién hablo. Y en una de esas, ellos también se darán cuenta al leer esto.
Así que aquí va una lista no definitiva de algunas características que todos ellos comparten:
? Entienden muy bien la diferencia entre marketing y publicidad, y jamás intentan competir con su agencia en ningún sentido.
? Confían en sus agencias y tienen el detalle de realmente tratarlos como partners, y no como simple proveedores.
? Respetan y entienden la posibilidad de que, a veces, la solución a un brief provenga de desafiar lo que ellos mismos pidieron en el brief, en lugar de seguirlo al pie de la letra.
? Dividen muy bien entre el plano profesional y el plano personal, no dejando que sus pareceres, gustos o creencias personales jueguen en contra de la evolución del proyecto o campaña.
? Respetan las recomendaciones de los diferentes profesionales que trabajan con ellos, sin la necesidad constante de tener que ser “convencidos” acerca de lo propuesto.
? Comparten responsabilidades con su agencia de igual manera cuando las cosas salen bien que cuando salen mal.
? Demuestran una sana hambre por aprender, en lugar de simular saberlo todo.
? Todos ellos expresan lo mismo con sus palabras que con su mirada y sus gestos, algo que no siempre sucede.
? Demuestran curiosidad y entusiasmo real por las nuevas ideas y por la innovación, y lo prueban con hechos tales como aprobando ideas que se salen de lo común y que realmente dan que hablar.
? Hacen todo lo posible y un poco más para “vender” a los stakeholders en sus empresas aquello que sus agencias hayan propuesto, aunque sea un poco arriesgado o bastante inesperado.
Pues eso, la lista podría continuar un tanto más, pero lo más importante es que seas consciente que si aún no encontraste a ninguno de tus Five Guys (ey, a lo mejor encontrarás más que cinco!) no pierdas la esperanza ni la ilusión.
Detrás de esos cargos y roles impresos en las business cards o debajo de los nombres en sus perfiles de LinkedIn, hay personas reales, con sus días buenos y sus días malos, con más y con menos cojones, algunos con ganas de destacar y otros felices de pasar desapercibidos. Sigue trabajando, ideando, presentando, insistiendo, probando una y otra vez, seguramente muy pronto te cruces con alguno de tus Five Guys. No aflojes.
Ah, que qué es de la vida de los otros veintiocho que no mencioné aquí? Ni idea. Pero lo que sí sé es que estoy tan agradecido a estos otros cinco que alguna vez les voy a tener que invitar a una buena hamburguesa, o dos, y contarles que fueron mi inspiración para este artículo. ??