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Cuando eres
Por Aïda Camprubí
En el mundo del cómic no existe la ley de peligrosidad social, se aceptan vagos y maleantes. De ahí que sea tan fácil verse reflejado en algunos personajes y que se conciba lo que se llama (anti)héroes generacionales. Aunque el tema de la generación mejor ni tocarlo, cada uno sabe a quién o qué le rinde culto. El cómic es una especie de tercer espacio –como el bar del que hablaba Mar Calpena-, donde te sientas a verles las caras a ciertos paisanos y socializar, especialmente con algunos recovecos de ti mismo. Fue en una de esas oscuras mesas esquineras donde me encontré con Simon Hanselmann, un ilustrador australiano travestido, que dice usar todos los clichés (pelucas, minifaldas, medias de rejilla y tacones) para “parecer esta especie de falsa versión mediática de lo que representa que debe ser una mujer”. ¿Cómo conectamos tan bien? Porque travestido, trans, mujer o no, nuestra vida parece una gran broma.
[Apunte: De hecho, no es el único autor heterosexual atabillado con tópicos de lo femenino. Daniel Clowes, a parte de reconocer su afición por el látex, fue dibujado por los hermanos Hernández con medias y ligueros; y en otros campos como el musical, se conoce la filia de Fat Mike por los vestidos elásticos, véase su última .]