Bill Plympton es un genio de la animación con tantos gags que se podría hacer un very best en formato GIF. Gerard Casau se postula para seleccionarlos.
Izquierda: detalle de El martirio de San Lorenzo de los Maestros de los actos de caridad (Salzburgo, Austria, 1465). Derecha: ASAP Ferg
Izquierda: Retablo izquierdo del Tríptico de Perugia de Fray Angelico, 1437. Derecha: Kanye West y el pastor Rich Wilkerson Jr en la boda de Kim y Kanye.
Arte popular. Entrevista a Cecilia Azcarate.
Izquierda: Cabeza retrato precolombina-moche de “Labio cortado”. 400 anno Domini. Derecha: ASAP Rocky
Izquierda: detalle de la bendición de Cristo rodeado de una familia donante. Pintor alemán desconocido. 1560. – Derecha: 2 Chainz
Izquierda: detalle de un altar de Gante, 1432. Derecha: The ATL Twins.
“Me da mucha rabia no haber ido aún el Museo del Prado. Me encantaría visitar su colección de Goya porque, cada vez que vemos un cuadro suyo, una amiga mía y yo tenemos la costumbre de hacernos un selfie junto a él. Lo hacemos incluso en un bar de Nueva York al que solemos ir y que tiene algunas reproducciones”.
Queda claro que la actitud de Cecilia Azcarate hacia el arte no es precisamente reverencial, sino que posee una perspectiva lúdica en la que los prejuicios brillan por su ausencia. Los ojos de esta oriunda de San Sebastián (donde vivió hasta los cuatro años, momento en que se trasladó con sus padres a Perpiñán) ven arte allí donde se posan: una fotografía de Rick Ross con un abrigo de pieles y una imponente cadena sobre su torso tatuado remite a un retrato de Enrique VIII pintado en el siglo XVI; si Kim Kardashian rebana la cabeza de su retoño en un selfie de I nstagram, Cecilia reproduce el gesto en diversas pinturas de la Virgen sosteniendo al Niño Jesús; y al contemplar las embarazosas sex tapes de los famosos, esta joven creativa publicitaria no se fija en la carne célebre, sino en los funcionales y anónimos cuadros que decoran los escenarios de la lujuria.
Todo muy ocurrente y divertido, sí, pero no pasemos por alto un detalle: es muy posible que los gags de Art from sex tapes, Kardashian Crop y, especialmente, hayan hecho circular más pinturas por las redes sociales que cualquier iniciativa emprendida por un museo con la voluntad de sacarse de encima una capa de polvo elitista. Quizás sea porque para Cecilia no existe lo alto ni lo bajo, sino que todo queda incluido en una misma mitología de poder, riqueza y figuras a las que adorar. Hablamos de todo ello en una conversación Nueva York – Barcelona ejecutada vía Skype, cuya fluidez solo se ve interrumpida ocasionalmente por las inclemencias tecnológicas.
Selfie de Cecilia Azcarate
Habiendo vivido primero en Europa y luego en Estados Unidos, ¿crees que la forma de relacionarse con el arte es distinta en ambos continentes?
Diría que sí. Quienes hemos crecido en Europa tenemos más facilidad para distinguir períodos y siglos. Detectamos las diferencias entre los flamencos y los italianos. Por otro lado, la ciudad en que vivía era como una capsula del siglo XVII; podías notar la Historia a tu alrededor. En cambio, en Estados Unidos el pasado es algo más reducido, tienen menos peso. Y creo que eso es lo que les permite tener una actitud más optimista y menos crítica.
Tu serie más popular es B4-XVI beforesixteen donde, en tus propias palabras, subrayas “un diálogo invisible entre el hip hop y el arte anterior al siglo XVI”. ¿Cómo se te ocurrió la idea?
A partir de pequeños detalles que me parecían divertidos. De hecho, uno de los primeros que llamó mi atención estaba en un cuadro español del siglo XV pintado por Aragón: en él había un personaje que llevaba un tocado muy parecido a las gorras que usan los raperos. Luego también estaba el signo de bendición que Cristo hace extendiendo el pulgar y dos dedos, que se repite en infinidad de imágenes hasta llegar a Kanye West. Empecé a coleccionar todas aquellas pinturas que tenían detalles que me recordaban a algo actual. Pero hay muchas que no he usado, porque quise mostrar solamente aquellas equivalencias en las que el parecido resultase inmediato.
¿Por qué crees que el T umblr ha tenido tanto éxito?
Supongo que porque al ver la semejanza entre estas imágenes te llevas una sorpresa. Tenemos una tendencia a sacralizar las obras de arte antiguas, porque están en un museo y se supone que son algo serio. Pero si las sacas de ese contexto y las relacionas con la cultura pop, enseguida ves que ambas cosas encajan muy bien. Además, en un museo estás rodeado por centenares de cuadros; no sabes hacia donde mirar y eso puede acabar volviéndose aburrido. Pero si sacas una pintura de contexto y destacas un detalle, todo adquiere otro significado y puedes disfrutarlo de otra manera. En mi cuenta de sobre arte antiguo, también he notado que lo que gusta a muchas personas es ver que a lo largo de los siglos la gente hacía las mismas cosas que nosotros ahora. Solo porque alguien viviera unos siglos atrás no significa necesariamente que fuera muy distinto a nosotros.
¿Has tenido ocasión de hablar de B4-XVI beforesixteen con alguien que forme parte de la escena hip hop?
Tengo amigos que trabajan en la industria del rap y, por lo que me comentan, las reacciones en general son positivas. De momento, nadie se ha sentido ofendido. Supongo que siempre será halagador que te comparen con un cuadro de Van Eyck…
¿Hay alguna idea de fondo que una todas tus comparaciones entre arte antiguo e imaginario pop?
Cuando empecé a unir todas estas cosas empecé a preguntarme si a lo mejor existía una representación universal de lo swag. Si en el fondo lo cool no es un concepto nuevo, sino una idea que atraviesa el tiempo. Y creo que algo de eso hay en los retratos de dioses y las representaciones de los poderosos; es una iconografía eterna. De todos modos, yo no tengo formación como historiadora del arte. Mi acercamiento al tema es muy naíf.
Otra forma de llamarlo sería “intuitivo”. En mi opinión, lo interesante de tus comparaciones es que señalan cosas a las que difícilmente se llegaría desde un pensamiento académico u ortodoxo.
Claro. Cuando empecé mi T umblr quería dirigirme también a aquellos que son muy celosos con el arte y hacerles observar estampas de cultura pop. La idea de que la gente que está metida en la alta cultura se enfrentase a una foto de 2 Chainz me parecía muy graciosa. Era una manera de que tuvieran en cuenta cosas que de otro modo quizás despreciarían. Por ejemplo, creo que Kanye West es uno de los artistas más interesantes de nuestra era y siempre habrá quien lo minusvalore. En otro sentido, también me parece importante todo lo que representa Kim Kardashian. Bajo mi punto de vista, todo acaba situándose en la cultura pop.
¿Te preocupa el hecho de que tus contrastes entre lo viejo y lo nuevo dependan de un contexto determinado? Por ejemplo, ¿qué sucederá con la serie Kardashian Crop cuando nos olvidemos del selfie que la originó?
Bueno, entonces simplemente haré algo nuevo. No me importa, no tengo ninguna aspiración con esto. Yo trabajo como creativa en una agencia, desarrollando proyectos para diferentes marcas. Todos estos T umblr son solo observaciones y reacciones espontáneas a cosas que suceden. Es algo impulsivo.
¿No crees que lo que estás haciendo vaya a resistir el paso del tiempo?
En absoluto. Eso sería pretencioso por mi parte, porque simplemente estoy juntando cosas que ha hecho otra gente. Lo único que hago es sacarlas de contexto. Para mí Kardashian Crop solo es una broma más entre las muchas que puedes encontrar navegando por internet.
Es curioso que le quites importancia a lo que haces por el hecho de no ser autora de la materia prima. Me hace pensar en los prejuicios que despertaba el hip hop por su uso de samples. Mucha gente no la consideraba música auténtica.
Pues sí, es verdad. Nunca me lo había planteado de esta manera…
Entonces, ¿qué te parece que diversas publicaciones te dediquen artículos o que haya gente que analice tus series?
Para mí es muy halagador, claro. Es bonito porque significa que hay gente a quien le parece interesante lo que pueda hacer. Me anima a seguir investigando y quizás también a hacer algo más grande, como un libro.
Pese a tu actividad incesante en internet, ¿sigues teniendo el anhelo de hacer algo físico?
En parte, sí. Lo genial de internet es que puedes lanzar algo al mundo y tener feedback de manera inmediata. Pero si repites una idea dos, tres veces… acaba perdiendo su interés. Por eso me gustaría hacer algo que la gente quisiera conservar y volver a mirar al cabo de un tiempo. Quizás un volumen que recopile mis observaciones de arte antiguo…
Una de las características del arte siempre ha sido la relación que un autor establece con un material de trabajo. ¿Cómo se traslada eso a un entorno virtual?
Para mí todo acaba siendo más bien inmaterial. Incluso en aquellos proyectos que tienen un componente físico y palpable, como los carteles de Oil & Water Do Not Mix. No es que la ejecución de las piezas no tuviera peso, pero lo verdaderamente importante era que la gente comentase la idea que había detrás.
¿El debate es más relevante que la obra en sí misma?
Para mí, sí. No sé si esto sonará pretencioso, pero del mismo modo que mi cerebro es muy malo en aspectos, como hablar o escribir, también tengo la sensación de que veo las cosas de una manera un poco distinta. Y quizás tenga la habilidad de expresar ciertas cosas de manera que sean inteligibles para todo el mundo. Me saca de quicio cuando alguien enreda algo que en el fondo es muy sencillo. Como el arte antiguo: al estudiarlo ahora parece que tengamos que buscar en él alguna clase de chorrada misteriosa, pero en su día la gente entendía ese lenguaje. Sabían lo que quería decir el gesto que Cristo hacía con la mano o que un perro en un cuadro era un símbolo de fidelidad, del mismo modo que hoy todo el mundo capta al instante el significado de un smiley. Es algo que forma parte de nuestro idioma, nada más.
Arriba: El selfie croppeado Kim Kardashian y North West – Abajo: Parodia de Cecilia Azkarate