Olvida al Brian Burtler de Vice. Este artista de múltiples facetas es el heredero de Aleister Crowley y Kenneth Anger. Javier calvo separa grano de paja.
Cosmogonía lunar
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Por Javier Calvo
Una pintura destaca en medio de la alucinante exposición colectiva Hieroglyphica, en la galería de Stephen Romano, en Bushwick. Una acuarela de tamaño medio muestra el orbe de la luna abierto. A través de sus labios de vulva asoma una escena onírica, a la vez idílica y temible: un grupo de figuras femeninas con cabeza de ave conecta misteriosamente entre sí las casas de una aldea integrada en la espesura intralunar. La luna como símbolo denso, femenino y poderoso, inmune a la lectura racional, demoledor de la realidad diurna. Es Orbiter, una de las obras más recientes de la artista Rithika Merchant (nacida en Bombay y residente en Barcelona), que en un par de años se ha convertido en un nombre a tener en cuenta en la escena artística neoyorquina.
Con su rabioso activismo a favor de la relación entre las artes, la alquimia, el mito, lo cósmico y lo oculto, no es de extrañar que la Galería Romano tenga en Marchant a su artista más emblemática. Su fundador y propietario, Stephen Romano, habla de ella con admiración fanática. Además de haber figurado en varias muestras colectivas, aquí fue donde Merchant tuvo hace unos meses su primera exposición en solitario en Nueva York, Luna Tabulatorum, dedicada a los mitos lunares (antes había presentado Encyclopaedia of the Strange en Nurenberg y Origin of the Species y Mythography en Bombay).
Luna Tabulatorum es la serie más impresionante y madura de Rithika Merchant. La base de su arte es lo que ella denomina “mosaicos de mitos”, narrativas que fusionan mitos, deidades y rituales de pueblos europeos, asiáticos y americanos. Mosaicos pero también retablos o frisos, que por su énfasis en el ritual uno imagina perfectamente en paredes de templos paganos o logias ocultas.
El componente cosmológico es obvio en pinturas como Genesis, cuyos personajes encarnan los planos de la creación y los astros en una inquietante escena natal. Selenography y Orbiter adaptan y subvierten la tradición de las cartas celestes y los orbes terráqueos, mientras que Queen of Life and Death, Syzygy y The Moon Devours Her Children son ejercicios de construcción de un panteón en progreso, panteísta y terrible, que demuele las narrativas de las religiones institucionales. Las fuentes de su iconografía son a partes iguales el animismo, Jung, Blake, el paganismo New Age y los propios sueños y visiones.
No solamente se vienen abajo las fronteras entre culturas. El arte de Merchant también afirma gozosamente otras demoliciones: la barrera entre ser humano y naturaleza, como puede verse en sus cuadros de temática licantrópica (Lycanthropy y Howl) y en general en la condición híbrida de sus personajes, casi siempre astados o emplumados o con elementos vegetales. También la barrera entre lo celeste y lo humano (Lunatic, Divine Receptacle) y entre individuos, que aparecen a menudo físicamente unidos por cordones umbilicales, zarcillos y vasos sanguíneos. La figura humana es siempre femenina, siguiendo una concepción prefálica o postfálica del cosmos, y como tal centrada en la celebración del misterio de la impregnación celestial y del nacimiento.
Además de la Galería Romano, la obra de Merchant podrá verse estos días en la exposición Langua of the Birds, en la Galería 80WSE de Manhattan, en compañía de artistas de lo oculto como Aleister Crowley, Austin Osman Spare, Kenneth Anger, Kiki Smith o Genesis P-Orridge. Para una visión de su trabajo hasta el momento, se puede visitar .