Una pregunta larga

 

Una pregunta larga es una sección de charlas monotemáticas con músicos en las que, en lugar de marear al entrevistado con distintas preguntas sobre mil y un asuntos, hay un solo tema de conversación. Cada mes publicaremos una entrevista con un músico escogido especialmente para conversar con él sobre ese asunto específico.

Por Nando Cruz

SUPERCHUNK:

Comer bien hará
que tu grupo siga junto
más tiempo
.

Ilustración por Oriol Malet

Superchunk: Comer bien hará que tu grupo siga junto más tiempo – O Productora Audiovisual

La alimentación es uno de los aspectos más cruciales y que menos se tienen en cuenta a la hora de salir de gira. Algunos músicos han sobrevivido durante semanas a base de cacahuetes, patatas fritas y pan de molde seco como un disco de piedra. Es decir, del catering que les echaban en las salas de conciertos.

No es del todo raro que un icono del indie-rock estadounidense acabe reservando mesa en el prestigioso restaurante vasco Arzak, pero la evolución músico-alimenticia de Mac McCaughan (cantante de Superchunk y Portastatic y fundador del sello Merge Records) es de las más insólitas. Empezó comiendo basura en las primeras giras de Superchunk y ha acabado planeando giras gastronómicas en las que ocasionalmente ofrecía algún concierto en solitario.

Mac era la persona idónea para una entrevista monotemática sobre el inquietante mundo de la alimentación en el mundo del rock. La pregunta, en este caso, sería: ¿qué tal se come durante una gira?

Empecemos por el principio. ¿Recuerdas tu primer concierto? ¿Os ofrecieron algún tipo de catering?Cuando estaba en el colegio, tocaba la trompeta en una banda. Pero creo que la primera vez que di un concierto con un grupo de rock, con guitarras, fue en el instituto. Tocamos algunos temas propios, pero sobre todo versiones: Echo & the Bunnymen, The Police, XTC… Tocábamos en fiestas. No éramos lo suficientemente mayores como para tocar en salas.

¿Fue con Superchunk?No. Eso fue en 1983 o algo así. Y con Superchunk empezamos en 1989.

¿Alguna vez tuviste ese sueño de “Estoy en un grupo de rock: ¡alcohol gratis!”?No recuerdo exactamente mi primer concierto, pero sí sé que no tenía la edad legal para beber alcohol. Así que nunca pensé: “Haré música para conseguir alcohol y chicas”.

¿Y no pasaste por una fase en la que, aunque no os pagasen por tocar, al menos os daban bebida gratis en el backstage y pensabas: “Vale, tenemos bebida pero dónde está la comida”?Sí. Cuando empezamos a salir de gira con Superchunk era más bien “espero que nos den cerveza. Y patatas fritas”. Cuando no ganas dinero y das conciertos pequeños en locales cutres, comer es una especie de lujo. Ese tipo de giras conlleva un estilo de vida muy malsano. Y yo no como carne, así que es bastante duro pasarse el día comiendo sándwiches de queso. Queso, pan, queso, pan… Cuando Superchunk empezaron a ser un poco más populares, nos daban una cosa que se llamaba meal buy-out.

¿Qué es?Te dan cerveza, queso y crackers en la sala, pero también diez dólares para salir a comer por ahí cerca. Y cuanto más dinero conseguíamos Superchunk, más nos gastábamos en comida. Lo aprendí de Fugazi. La segunda o tercera vez que Fugazi tocó en Chapel Hill querían comer comida decente y recuerdo decir: “Este sitio está bien, pero es un poco caro”. A lo que ellos replicaron: “No nos importa. No nos gastaríamos dinero en nada más, pero sí en la comida”. Normalmente, nos quedábamos en casas de amigos y dormíamos en el suelo de la gente, pero si comes bien cuando estás de gira, te sientes mejor. Puedes dar un concierto terrible, dormir en el suelo y conducir diez horas, pero si no comes como debes, todo es mucho peor. Así que en Superchunk empezamos a seguir esa lógica y empezamos a intentar buscar restaurantes decentes para sentirnos mejor. También es bueno para el cerebro. Si sales de ese apestoso club y vas a un restaurante agradable, estás en un ambiente distinto. No estás en la furgoneta, no estás en el backstage, no estás en un bar lleno de humo. Eso ayuda a tu cerebro a recuperarse. ¡Y te hace sentir más humano!

¿Es eso típico en Estados Unidos en lugar de darte una cena de verdad en el backstage (no solo patatas fritas) cuando tocas en salas?En realidad, no. Algunas salas sí tienen restaurante o cocina y prefieren darte de comer antes que darte dinero. Pero incluso entonces, si eres un grupo lo suficientemente importante, puedes decir “no queremos comernos vuestra comida porque sabemos cómo va a ser” (Risas). Así que intentamos salir de la sala para comer otra cosa.

Así que los restaurantes de las salas tampoco son buena opción.La verdad es que no. Aunque en Europa hemos comido bien en salas. Pienso en algunos lugares de España y también en Holanda. Cuando los lleva un centro de arte o algo así, normalmente tienen un café con comida rica. Pero en Estados Unidos, si una sala tiene un restaurante no es más que un bar que sirve patatas fritas.

¿Recuerdas la primera vez que comiste realmente bien mientras estabas de gira?Sí. Hay un sitio en Columbia, Missouri. Es una ciudad universitaria en mitad del país. Hay una sala en la que siempre tocamos y tienen un restaurante al lado, uno italiano bastante bueno. Normalmente no se come muy bien en Estados Unidos, sobre todo cuando estás en mitad del país. Si no estás en una ciudad grande, lo único que puedes encontrar son burritos, tiendas de comestibles, sándwiches, patatas fritas… Este sitio era caro, y por esa época no íbamos a sitios tan caros, pero pensamos: “Está justo al lado, hoy va a ser un concierto bastante grande…”. Así que fuimos. La comida era excelente, teníamos a otros adultos alrededor, podíamos tomarnos una copa de vino en lugar de una Budweiser… Fue una especie de lujo, pero todos dijimos: “¡Esto está muy bien! ¡Deberíamos hacerlo más a menudo!”.
También tuvimos una muy buena experiencia durante la última gira por la costa oeste. Fue con Portastatic, así que de nuevo no tocábamos en lugares muy grandes. Pero con Jim, que toca en Superchunk y también en Portastatic, sabemos de la importancia de comer bien. Estábamos en San Francisco. Mi mujer es chef, conoce a otros chefs por todo el país y un día conoció a un tipo llamado Paul Canales, que es chef en un restaurante en Oackland, California, llamado Oliveto. Es fan de Portastatic, así que le dijo a mi mujer: “Si alguna vez vienen a San Francisco a tocar, diles que vengan al restaurante”. Así que lo llamamos y dijo: “¡Tenéis que venir!”. Tardamos un montón en llegar hasta allí e incluso pensamos que quizá no había sido tan buena idea porque psicológicamente cuando tienes que tocar no quieres irte demasiado lejos del local del concierto. Quieres estar cerca para meterte en el ambiente. A una distancia caminable. Pero bueno, este sitio estaba lejos. Cogimos el metro hasta Oackland y cuando llegamos al restaurante teníamos una mesa esperándonos. Y no paraban de traernos platos… Lo mejor de lo mejor… Después de comer, el chef dijo: “Os llevo de vuelta a la sala”. Esa fue otra ocasión en la que la comida fue excelente y además pudimos evadirnos de la gira durante un par de horas.

Cuando empezasteis a tocar en sitios pequeños con Superchunk, ¿preferíais destinar el dinero a comer bien o gastarlo en otra cosa?Hemos estado de gira con gente que no pertenece a la banda, los que venden camisetas, por ejemplo. Y ellos a veces lo hacen: no comen y se quedan el dinero. Pero nosotros no. Siempre dijimos: “necesitamos comer algo, tenemos que tocar y no podemos hacerlo con el estómago vacío”. ¿Cuánto dinero puedes ahorrar comiendo solo comida rápida? Ya comes un montón de comida rápida durante la gira porque tienes que conducir muchas horas y no encuentras más que comida basura, así que cuando llegas a un sitio necesitas comer algo decente.

¿Crees que una gira indie-rock es sinónimo de comer mal?Normalmente, sí. Creo que la única forma de evitarlo es gastar dinero cuando vas a un lugar en el que puedes encontrar buena comida. En Estados Unidos es un poco más fácil hoy en día de lo que lo era antes. Ahora más ciudades y pueblos tienen tiendas de una cadena que se llama Whole Food. Tienen alimentos saludables y gourmet. Puedes comprar comida orgánica y otras cosas saludables. Así que ahora hay más sitios en los que puedes parar y comprar comida para la furgoneta en lugar de solo patatas. Pero en general no es un estilo de vida muy saludable. Normalmente, te pasas el día en la carretera, comiendo comida no muy buena.

¿Hay algún truco para pasarse diez horas en una furgoneta sin comer basura?¡Buena pregunta! Yo intento comer cosas que no sean tan terribles, como cacahuetes, así no me muero de hambre y me puedo esperar hasta que paremos a comprar un sándwich. Intentamos llevar ese tipo de snacks en la furgoneta. Cosas que no sean patatas chips.

¿Sois en Superchunk súper fans de algún snack en particular?No. Lo más importante es llevar agua en la furgoneta. Beber mucha agua es bueno para mantenerse sano. También hay unas galletas que me gustan que solo se pueden comprar en algunas tiendas de comida sana, así que siempre compro un paquete grande.

¿Cuál es el horario normal de comidas en una gira?Normalmente desayuno solo café y un bollo. Almuerzo, nunca. Y luego, cena.

¿No hay almuerzo?Normalmente, no.

Pero la cena es a las seis o las siete porque tenéis que tocar a las nueve, ¿no?Sí. Y esta es otra cosa muy importante: es vital dejar un montón de tiempo entre la cena y la actuación. A veces la prueba de sonido se eterniza y no puedes comer o comes muy tarde y entonces siempre acabas dando un mal show. Dejar solo una hora entre una cosa y otra es arriesgado.

¿Nunca cenáis después del concierto?No, porque entonces es demasiado tarde. Aunque debo decir que saliendo de gira por Europa, especialmente en Alemania, tienes la tentación de ir a un schnellimbiss.

¿Adónde?A un Schnellimbiss. Quiere decir plato rápido. Tienen sitios, en los que venden falafel y otras cosas, que están abiertos hasta muy tarde y después del concierto no te puedes resistir pasarte por allí. Has estado bebiendo, hueles las patatas fritas y piensas: “Necesito comer algo de eso”. No es la mejor opción, pero acabas haciéndolo.

¿Hay algún miembro de Superchunk experto en encontrar buenos restaurantes?Intento hacerlo yo, pero Jim Wilbur tiene más memoria. Yo me acuerdo de los nombres de los sitios, pero alguien tiene que acordarse de cómo llegar hasta ellos. Creo que a todos en Superchunk nos encanta ir a esos sitios, aunque yo estoy un poco más obsesionado con el tema. Y creo que es por mi mujer. No importa donde estemos, siempre se asegura de que comamos bien. Yo suelo darme por vencido si no encontramos un sitio enseguida, pero ella es algo más persistente. Porque una de las cosas más duras cuando estás de gira y no has estado en esa ciudad antes es preguntar en la sala adónde puedes ir a comer algo. Siempre te recomiendan algo horrible.

¿Por qué?Dicen: “Ah, sí, hay un sitio al final de esta calle que es genial. Puedes comer un montón y es súper barato”. Y piensas: “Ese no es el sitio al que quiero ir”. Entiendo que a veces hace falta ir a sitios así, pero si solo voy a comer un vez al día, no va a ser ahí. Así que intentar encontrar un lugar decente necesita de un poco de investigación. Internet lo hace mucho más sencillo hoy en día.

¿Es la comida un tema de conversación entre grupos? Ya sabes, eso de compartir consejos y nombres de lugares buenos y malos…¡Sí, lo es! Y una de las mejores fuentes de información sobre el tema son Yo La Tengo. Son capaces de conducir durante horas y salirse de la ruta para ir a un restaurante del que han oído hablar o sobre el que han leído algo. Está bien preguntarles.

Me acuerdo de que al principio de los noventa, Yo La Tengo vinieron a tocar a Pradejón, un pueblo pequeño cercano a Zaragoza. Tocaron muy tarde y el runner que los llevaba a Bilbao muy temprano a la mañana siguiente para que cogieran el avión de vuelta a los Estados Unidos me dijo que llevaban un montón de cajitas pequeñas con comida que no se habían podido terminar durante la cena. ¡Querían llevársela a casa!¡Eso es muy Yo La Tengo!

Así que, ¿Yo La Tengo son los mejores consejeros?¡Sin duda! Los tres: James, Ira y Georgia. De hecho, la última vez que vinimos a tocar a España, se fueron a comer a El Bulli la noche antes de que mi mujer y yo llegásemos a Barcelona. Intentamos ir, pero no pudimos. Nos dijeron que era genial. Nosotros también comimos muy bien esa noche, pero no recuerdo el nombre del restaurante. Tenían fotos del Rey de España comiendo allí. Era un restaurante español tradicional, no un sitio de nouvelle cuisine. En definitiva, sí, es muy interesante hablar con ellos sobre estos temas.

Aunque en los Estados Unidos no tengáis servicio de catering en el backstage, ¿has pensado alguna vez eso de “ya sé yo el tipo de basura que me vas a dar” cuando os han ofrecido comida?Hay un DVD de Superchunk con un documental y una de las cosas que grabamos fue la comida. En Escocia filmamos unas patatas que llevaban atún dentro, una comida horrorosa que pensamos que debíamos retratar. Ese es un buen ejemplo. Pero también grabamos el sushi increíble que nos dieron en Japón. De hecho, acuñamos una expresión especial para la comida que te dan. A veces, al principio de nuestra carrera, tocábamos en conciertos que había organizado algún chaval de un pueblo o en una fiesta de una universidad en la que te daban la comida que comían ellos. Y muchas veces era pasta, así que tenemos esa expresión, “promoter pasta”. La pasta de promotor se refiere a toda esa comida terrible que nos ofrecen. Y no tiene que ser ni pasta. Creo que aprendimos la expresión del grupo Seaweed.

¿Notasteis algún cambio cuando empezasteis a ir de gira por Europa?En algunos aspectos, para un vegetariano es mucho más complicado comer en algunas partes de Europa. En Alemania comen tanta carne que es muy difícil. Pero ahora vuelvo a comer pescado, así que es mucho más fácil. Y España siempre es un buen lugar para comer, seas vegetariano o no. La primera gira que hicimos en Europa fue como teloneros de Mudhoney. Fue en el 92 o a lo mejor en el 91. Ellos eran muy populares, así que siempre había mucha comida en el backstage. Eso fue diferente a girar por Estados Unidos. Allí nunca hay tanta comida. Si la hay, son patatas y algo más, pero la primera vez que vinimos a Europa fue… ¡guau! Patatas, chocolatinas, bocadillos… Todo a una escala mucho mayor. Pensamos: “¡Ni siquiera necesitamos salir! ¡Podemos comernos esto!”

¿Alguna vez os llevasteis parte de esa comida a la furgoneta, pensando algo así como: “vamos a llevarnos este pan porque quién sabe cómo va a ser la comida de mañana…” en, no sé, Bélgica?Nunca viajábamos en muy buenas condiciones y la comida es algo difícil de transportar. Sí que puedes llevarte la cerveza, por ejemplo. Mudhoney decían: “No nos vamos a beber todo esto. Os lo podéis llevar”. Ya sé que ahora suena extraño que Mudhoney no fuesen capaces de bebérselo todo, pero a veces sucedía y así nosotros conseguíamos cervezas extra.

Cuando tocasteis en Barcelona por primera vez, en 1993, vinieron también Sebadoh. Recuerdo leer una entrevista en la que contaban que su tour manager les había dicho que tuviesen mucho cuidado y no comiesen bajo ningún concepto una cosa llamada “jamón” porque era la pata de un cerdo que los españoles dejaban colgada del techo durante meses y meses hasta que se secaba… ¡y luego se la comían!(Risas) Pues… a nosotros nadie nos dijo nada de eso.

A lo mejor era un tour manager graciosillo intentando tomarles el pelo.Sí, puede.

¿Recuerdas alguna mala experiencia con la comida que afectase el concierto?Eso se lo tendrías que preguntar a Jim Wilbur. Él es quien tiene problemas digestivos. Pero, como decía antes, para mí comer poco antes del show siempre es peligroso. Cuando era el batería de Seam, tocamos en el Maxwell’s de Hoboken y Sooyoung comió un plato de pasta con una salsa de crema de leche, fetuccini alfredo, antes de tocar. Eso lo hizo polvo, se puso súper enfermo. Tocó, pero por los pelos. No lo había pensado hasta ahora, pero ¡nunca he vuelto a pedir fetuccini con una salsa cremosa desde entonces! A lo mejor tampoco lo hubiese hecho, pero esa experiencia me viene a la cabeza cada vez que veo un plato así en la carta de un restaurante.

¿Es el agua un problema cuando estáis de gira? Hace años nos sorprendía que algunos grupos americanos pidiesen marcas específicas de agua embotellada cuando, al menos entonces, todo el mundo en Barcelona bebía agua del grifo.En España, el agua del grifo es buena, pero a mí también me gusta el agua embotellada. Y de gira necesitas agua embotellada porque necesitas llevarla en la furgoneta. Recuerdo que en nuestra primera gira europea comprábamos agua en las gasolineras francesas y siempre tenía burbujas. Es algo que aprendimos acerca del agua entonces. Siempre pensábamos: “¡Ojalá tuviese una botella de agua normal! ¡Estas burbujas me están volviendo loco!”. Pero ahora prefiero el agua con burbujas. “Con gas”. En casa bebo botella tras botella de agua con gas. A lo mejor es que me acostumbré en esa primera gira europea.

¿Desarrollaste alguna otra adicción tras esa primera gira europea?¡Sí, las barritas de chocolate Ritter Sport!

¿Tienes algún país o ciudad favoritos cuando se trata de comida?Sin duda, cuando se trata de comer, España es casi insuperable, aunque también he comido muy bien en Francia. Y países no precisamente famosos por su gastronomía, como Inglaterra, están intentando dar un giro y mejorar su reputación. Pero aun así, prefiero España. ¡O Japón!

¿Has tocado mucho en Japón?Hicimos dos giras con Superchunk y la comida allí es increíble. También comimos muy bien en Brasil. Hay buena comida por todo Brasil, pero creo que lo más memorable fue cuando fuimos a ver un partido de fútbol en Río y antes comimos en un restaurante que parecía una casa pero era un restaurante. La gente que iba con nosotros pidió un plato que era una calabaza. La habían cortado por arriba y habían cocinado algo dentro; gambas y no recuerdo qué más. Y lo cogías todo de dentro de la calabaza y te lo servías en tu plato. ¡Una locura! Nunca había visto nada igual y estaba delicioso. Y luego nos fuimos al fútbol.

Eso debió ser en vuestro día libre, ¿no? Supongo que los días libres son la mejor opción para darse un festín.Sí, porque no tienes que preocuparte de acabar pronto ni pensar en qué estás comiendo porque te puedes llenar y da igual.

¿En qué clase de restaurante trabaja tu mujer?Se llama The Lantern. Ella no es asiática, pero sirven cocina asiática tradicional. Y mi mujer es el motivo por el que la última vez que vine a tocar en España, la excusa del viaje fuese comer en tantos lugares diferentes. Ella nunca había estado en España. Yo sí, pero no había comido en muchos de esos lugares. Teníamos una lista con sitios a los que ir. Y básicamente todo lo que hicimos fue comer.

Así que descubriste la otra España.Sí, tienes razón. Pude experimentar una faceta de España que no había conocido antes.

¿A qué sitios fuisteis?Empezamos en San Sebastián. Habíamos reservado en un montón de sitios. Comimos en un lugar llamado Arzak y en otro que se llama Akelarre, que es mi favorito. Está en un acantilado y se ve el mar. Fuimos a almorzar, de día, para ver el paisaje desde esas ventanas tan increíbles y comí algunos de los mejores platos que he probado nunca. Esos son los restaurantes más sofisticados a los que fuimos. Pero cada noche íbamos a esos sitios de tapas en el casco viejo. Fuimos a muchos y uno en concreto era espectacular. Todo fue… una locura. Fue fantástico.

¿Te gustan las tapas? Quiero decir, la idea de comer raciones pequeñas de varias cosas.Me gusta, pero a veces es más cansado. No es muy relajante. Los sitios siempre están llenos, intentas que te presten atención y acabas pidiendo otra cosa que no habías planeado porque el camarero te mete prisa, “¿qué os pongo?, ¿Qué os pongo?” y dices, “vale, pues uno de esto y uno de aquello”…

Los sitios de tapas son como una mezcla entre buena comida y un entorno rock’n’roll porque comes rodeado de una multitud.Sí, es verdad.

¿Dónde más fuisteis?En Barcelona fuimos a Cal Pep y fue memorable. Creo que incluso comimos allí un par de veces. Está en el Born, el barrio donde nos alojamos. También fuimos a un restaurante que solo sirve postres, pero como un menú completo. Se llama Sucre o algo parecido (Espai Sucre). El logo es una hormiga.

Ya casi estamos, pero de repente me he acordado de que hace años tenía una camiseta de Superchunk blanca que llevaba dibujada una especie de fruta podrida, a lo mejor un melocotón. ¿Tuvo ese diseño algo que ver con todo lo que hemos estado hablando? ¿Algún catering barato que os hiciera sufrir en los noventa?No, no. Era la portada del primer siete pulgadas que sacamos. (The Freed Seed EP, publicado en 1991). Así que fue antes de que nos diesen de comer nada de nada.

Muy bien. Para finalizar, ¿qué recomendación harías a otros grupos que estén de gira?Comer bien hará que tu grupo siga junto más tiempo.