¿Podría ser esta otra fórmula: tradiciones rancias + pop?
Podría ser, también. Aquí en Andalucía hay mucho de eso; mucho flamenquito kitsch y portadas rancias. Eso lo tenemos tan cerca que influye, supongo. Es una forma de digerir el entorno y disfrutar con él. Al final se le coge cariño a todo el mundo. O casi.
¿Y esta: referentes familiares + perversión chocante?
Yo incluso te diría Perversión Crocanti.
¿Crees que los iconos de la cultura popular están ahí, justamente, para ser manipulados, para jugar con ellos?
Es uno de los mejores usos que se le pueden dar a nuestra cultura. Y además en sí misma la cultura es remezcla… y colaborativa, todo muy Creative Commons, o underground, o contracultural, do it yourself, etc… Aquí entran muchos aspectos importantes.
La remezcla está en el día a día, en las bromas, en las imágenes de Whatsapp, en la música, playlists, revistas, grupos, blogs, festivales… Todos remezclamos e intentamos además aportar un cierto enfoque personal si se puede, alguna pincelada original. Pero todo es remezcla y la autoría es compartida, siempre.
Es verdad que es un juego, como bien dices, pero también creo que es un juego importante, útil. No tiene que ser alta cultura para que funcione.
Vistos de manera superficial, en tus fotomontajes parece como si simplemente te limitaras a sumar dos partes de imágenes distintas, pero quizá en algunos trabajos es más complejo y son un mix sofisticado de muchas imágenes.
Es verdad que algunos carteles han salido de juntar dos simples imágenes, a veces pasa. Pero casi siempre hay que currárselo mucho hasta conseguir lo que buscas. El truco es que las imágenes parezcan integradas, pero hay mucho trabajo detrás: integración de color, texturas, iluminación, recreación de partes que no están… y bocetos descartados también los hay. Muchos. Con el humor, por ejemplo, puedes hacer varias versiones y a veces es un misterio cuales funcionan y cuales no. Lo ideal es currar mucho y que el proceso te vaya dando resultados. No se puede controlar. O, más bien, no se debe.
Muchos de tus trabajos, utilizan elementos, ejem, “delicados”: rostros de políticos, iconos religiosos… ¿En cuántos problemas te has metido?
Intento no traspasar la barrera de lo ofensivo y siempre tratar a los personajes que aparecen con justicia y equidad. Suena a coña, pero lo intento de verdad, y yo creo que por eso, por no pasarme con la violencia gráfica y con el mal rollo, no he tenido muchos problemas de censura. Yo al menos intento evitar la polémica y el llamar la atención por llamarla. Podría hacer carteles más salvajes, pero no me interesa mucho la violencia gráfica. La veo en algunas revistas de humor y no me parece el camino ideal. Reírse de los personajes corruptos con tanta violencia no genera cambio sino feedback mas chungo todavía. O quizá sea simplemente porque no soy muy conocido. Eso también es verdad. Si no eres muy conocido, o si no te pones a ganar pasta como un loco, te dejan tranquilo: eres solo otro hippie con un ordenador. A veces sí se han negado a publicar algún cartel, o he tenido intentos de censura, pero poca cosa. De todas formas, con la ley mordaza cualquier cosa es censurable, todos estamos ya en el mismo saco.
¿Crees que esta cartelería ha ayudado a entender Pony Bravo como un grupo con dimensión política?
Pues no sé si tener dimensión política se ve hoy en día como algo bueno o malo. Suena raro. Supongo que sí. En realidad, llevamos ya casi diez años defendiendo Creative Commons, peleando con SGAE, autoeditándonos sin poder cobrar nunca nuestros derechos de autor, organizando historias, diciendo que no a ofertas de sellos grandes, a tratos publicitarios, a televisión basura… Todo ahí super-15M y sin un duro, etc. etc… Así que supongo que sí, que nos ha tocado esta época y este enfoque. A priori nadie tiene ganas de implicarse, y eres más cool si hablas de estos temas de forma sutil, suavemente, metafóricamente, sin pringarte. Pero es la época que le toca a cada uno. Me parece mas cutre y hortera no luchar, no hablar de nada más que de lo tuyo. Así que al final también es cuestión de estilo.
Por cierto, Dimensión Política es un supernombre para un grupo. Sería muy divertido una banda llamada así. Yo iría a verlos seguro.