John Higgs – THE KLF. Caos y magia:
La banda que quemó un millón de libras

THE KLF. CAOS Y MAGIA – O Productora Audiovisual

Portada original del libro, editado por Phoenix en Septiembre de 2013

por Joan Pons

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John Higgs
“THE KLF. Caos y magia:
La banda que quemó un millón de libras”

292 páginas. 12,5 cm × 20 cm.
Libros Walden

7 lecciones aprendidas
en Caos y magia:

Lección 1. Los mejores libros sobre grupos musicales son los que desbordan al propio grupo musical que lo protagoniza y, acaso, también la propia música. En Caos y magia no hace falta que te gusten The KLF, ni siquiera hace falta que los conozcas, porque el libro no va de eso: va de guerrilla comunicativa, de terrorismo de la sociedad del espectáculo y de bromas pesadas a costa de la industria del entretenimiento.

Lección 2. La división entre un libro sesudo y un libro divertido directamente es… falsa. Caos y magia combina rigor, didacticismo y ensayo con un rosario de anécdotas tronchantes. John Higgs salpica las páginas de este libro con reflexiones sobre Jung, los discordianos, el Cabaret Voltaire, el situacionismo, los Illuminati, el teatro de vanguardia, The Wicker Man, Alan Moore, Dr. Who, las raves ilegales de finales de los 80, las distintas ramas del ocultismo o las teorías conspirativas sobre el asesinato de JFK. Y todo este mash-up de referencias sirve al autor para contar la historia de “un par de gilipollas con ganas de llamar la atención”, que era lo que mucha gente pensó en su día que eran Bill Drummond y Jimmy Cauty, los dos integrantes del dúo The KLF (entre otros nombres).

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Uno de los anuncios que la K Foundation publicó en periódicos nacionales en Julio de 1993, y por los que pagaron entre 5000 y 15000 libras

Lección 3. Hubo un tiempo en el que la industria musical y en general la del ocio tenía contemplada la locura como un activo o, como mínimo, como una cuota necesaria. Cuando Bill Drummond era un A&R de WEA, ideaba giras ruinosas e irrealizables por Papua Nueva Guinea para The Teardrop Explodes, porque la música del grupo le sonaba a ese lugar, aunque nunca lo hubiera pisado. Para cuando The KLF ya estaban en marcha, Drummond era capaz de montar campañas promocionales que consistían en que Londres amaneciera un día con todas las vallas publicitarias grafiteadas con las siglas del nombre del grupo. O protagonizar un videoclip en un submarino, con tribus de bailarinas, vestales, cantantes de country añejo, raperos y FX a granel. El vector de todas estas acciones insensatas y excesivas siempre fue demostrar lo absurdo de las decisiones económicas y creativas de la industria discográfica. ¿Sabotaje desde dentro, test ridículo sobre los límites del despilfarro o ambas cosas a la vez?

Lección 4. La creación artística siempre ha de provocar, no confortar. En este sentido, a Cauty y Drummond no les bastaba con escribir un manual ¿paródico? sobre cómo conseguir ser nº1 en ventas, algo que ya alcanzaron cuando se llamaban The Timelords y sacaron el single Doctorin’ The Tardis. Su acción definitiva fue disolver The KLF y arrancar The K Foundation montando una gran falla situacionista: convocaron a la intelligentsia de la prensa británica en una isla escocesa, los vistieron con túnicas y capuchas y en un rito pagano sin precedentes quemaron delante de ellos el millón de libras que habían ganado con singles de éxito como 3 a.m Eternal o What Time Is Love?

Doctorin’ The Tardis

3 a.m Eternal

What Time Is Love?

Lección 5. Hay que cuestionar siempre el arte, empezando por el arte que genera uno mismo. Ni los propios Drummond y Cauty acabaron nunca de digerir el porqué de haber quemado una morterada de pasta. Fue un trauma. No encontraban respuesta a su gesto. O no les bastaba con pensar que era un happening anti-materialista porque… ¡es que era un millón de libras!. Como grabaron  sobre el infausto día de la hoguera, se dedicaron a girar por toda Inglaterra montando proyecciones seguidas de un cine-fórum en el que preguntaban al público por qué creían ellos que lo habían hecho. La respuesta habitual que recibían ya la hemos referido más arriba: “porque eran un par de gilipollas con ganas de llamar la atención”.

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Foto promocional aparecida originalmente en la revista Details en 1991

Lección 6. Los iguales se reconocen. Bill Drummond y Jimmy Cauty tenían mucho interés en que Alan Moore viera el documental y les resolviera sus dudas. Para algo era uno de los grandes teóricos modernos de la magia del caos. Moore lo vio, dijo que los billetes de 50 libras ardían con unas llamas muy bonitas y que Bill Drummond le había caído estupendamente. “Pero está loco de atar”. Pues, si Moore lo dice…

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THE KLF. CAOS Y MAGIA – O Productora Audiovisual

Lección 7. A veces hace falta tiempo y perspectiva para entender el significado completo de un impulso artístico, a menudo incluso para el mismo creador. Gracias a John Higgs y Caos y magia, quizá los propios The KLF comprendan ahora un poco mejor qué fue exactamente The KLF: una célula artística autodestructiva que escenificó el sinsentido del éxito hasta el suicido creativo. A diferencia del resto de músicos del planeta, ellos lo hicieron de forma quizá intuitiva, pero en el fondo absolutamente consciente.

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Jimmy Cauty fotografiado por Kevin Westenberg en Battersea para Melody Maker en Febrero de 1991